La carrera por aumentar tu realidad.
Apple prepara sus gafas; Meta abre la billetera de la mano con el gigante mundial de la óptica; Microsoft le apuesta a las empresas (hace años); Google no se desanimó con un inicio en falso; Snap acumula experiencia; Niantic ya tiene sucesor para su histórico golazo. Y nosotros, los consumidores, estaremos frente a una gran oferta de aparatos, juegos, aplicaciones y contenidos para aumentar nuestra realidad. Incluso con la mente.
La carrera por aumentar tu realidad.
El metaverso promete fusionar y mezclar dos planos, el digital y el físico. La realidad aumentada (RA) es el camino que van a transitar los objetos virtuales para entrar al mundo tangible: y a juzgar por las fuerzas en campo, en los próximos años la pelea por esta nueva plataforma estará para alquilar balcón. Y no hablamos solo de gafas o filtros divertidos…
El año pasado, las Ray-Ban Stories marcaron el primer paso de Meta hacia su nueva frontera. Ni son gafas normales, ni propiamente dan entrada a la RA: se trata de modelos clásicos (cómo las Wayfarer, en la imágen abajo) con unos botones adicionales, cámara frontal y altavoces.
Sirven para grabar videos y tomar fotos, que después se pueden bajar al celular para guardar o compartir. Nada revolucionario, si no fuera por la talla de los aliados: de una lado el gigante social y del otro Luxottica (propietaria de la marca Ray-Ban), grupo italiano que vende la belleza de mil millones de gafas al año, el 30% del mercado global.
Los próximos pasos - filtrados y comentados en la prensa especializada - son tres lanzamientos globales de acá a 2028 más la nueva generación de Ray-Ban… Zuckerberg sueña ser libre del dominio de Apple y Google, que lo obligan a transitar bajo las horcas caudinas de sus sistemas operativos móviles para llegar a los consumidores.Este solo objetivo vale toda la plata del mundo (y de este orden son los presupuestos involucrados).
Mucho más avanzada está Microsoft, que lanzó la segunda generación de sus gafas de realidad aumentada hace 3 años y goza de un buen posicionamiento en el mercado industrial. Sus Hololens cuestan miles de dólares y están pensadas para la industria (o para los militares), no para el consumidor. ¿Qué aprendió el gigante de Seattle después de tantos años? No sabemos con exactitud; es difícil imaginar que desperdicien la ventaja que han adquirido camino al metaverso, pero se rumora que no habrá Hololens 3.
La misma Snap da una señal de “tibieza” hacia las gafas, mientras le sigue apostando (y mucho) a la realidad aumentada vía la pantalla de un celular. Esta es de lejos la aplicación más difusa de la tecnología hoy: ¿quien no ha usado o no se ha reído a carcajadas con un filtro de Snapchat? Hablamos de centenares de millones de usuarios y de un mercado sano y en expansión. Algunos hablan de un abandono de las gafas por parte de Snap, pero es sólo una retirada estratégica. Después de su experimento pionero con las Spectacles (ya en la tercera generación), su último modelo no ha llegado al mercado y se reservó a desarrolladores. El timing lo es todo, y un compás de espera puede salvar inversiones millonarias.
Y hablando en retirada… ¿Te acuerdas de las Google Glass? Año 2012, un lanzamiento espectacular… y posiblemente prematuro. No fue el único fracaso de la ahora Alphabet, pero sí sorprendió a muchos la mala lectura del mercado en esa ocasión. Sin embargo siguen las ingenieras y los ingenieros de Mountain View en la carrera, con su Proyecto Iris.
Resumiendo: el camino no es fácil, pero el premio final es una nueva plataforma de interacción tecnológica - así que vale seguramente la pena. Los consumidores parecen bien orientados: hoy el 33% de los colombianos afirma estar dispuesto a cambiar sus celulares por unas gafas que tengan la misma funcionalidad (fuente: expedia22) - dato importante si consideramos la importancia que tiene el smartphone en nuestra vida.
Para llegar a ese nuevo paradigma falta mucho por resolver; entre los temas abiertos, uno mayúsculo es la interfaz de usuario. ¿Será suficiente hablarle a las gafas para controlarlas? ¿Cuántos botones se pueden acomodar en un marco que cargamos en la cara todo el día?
Apple y Google sensatamente le apostarán a la integración con el móvil, ¿pero los demás? Al parecer ellos le están apostando al control… con la mente.
Hablamos de Neuralink, la startup de Elon Musk con sus implantes cerebrales pero sobre todo de CTRL-Labs, la startup especializada en electromiografía que Meta compró en 2019. La apuesta de ellos es simplificar la interfaz entre el cerebro y las máquinas: en lugar de ir a buscar los impulsos en la fuente (cómo quiere hacer Musk), le apuestan a trasladarse más cerca a la periferia. En otras palabras: si el objetivo es controlar el movimiento, se pueden interceptar las señales nerviosas cuando están llegando a las manos, justo en tu muñeca. De ahí, su brazalete que “lee la mente”.
Si el control de las gafas pasa a través del pulso, es más fácil entender otro anuncio de Meta: el Facebook watch. Un reloj inteligente podría acomodar el mencionado brazalete más parte del procesamiento y de la conectividad de las gafas, que por ende podrían ser más livianas (y bonitas).
Hablando de esto, ¿no ves una manzana mordida en el horizonte? Seguro que sí. Apple de hecho domina el mercado más rentable de celulares y servicios, y además es el número uno en relojes inteligentes… ¿Cuál será su reacción a la Meta-ofensiva?
Las redes explotan de hipótesis sobre gafas y cascos venideros; hasta ahora lo más relevante que ha dicho formalmente Tim Cook es: “vemos mucho potencial en la Realidad Aumentada y estamos invirtiendo de acuerdo a esa visión”. Una frase inocente que se carga de significado cuando pensamos en la posición de mercado de quien la pronuncia (y los miles de millones de dólares que tiene para gastar).
Con semejante competencia - y la dominación global como incentivo - para mi es evidente que en unos 5 años todos los early adopters tendremos gafas de realidad virtual. Para que crezca el mercado se hará indispensable el ingrediente de siempre: el Rey Contenido.
Ahí entra Niantic: después de invadir el planeta con su Pokémon GO, en pocos días lanzará la beta de su nuevo juego Peridot.
Puedo escuchar el coro: “pero Pokémon GO fué un boom de pocos meses, ya nadie habla de eso”. ¿Perdón? Ese “jueguito olvidado” generó ingresos de mil millones de dólares el año pasado, más o menos lo mismo de la cervecería Bavaria en Colombia… nada mal, por una moda pasajera…
Se vienen años interesantes… Es difícil predecir el futuro, pero hay un escenario en que la "era de los celulares" será recordada como un efímero paréntesis entre la computadora y las gafas AR.