Con la “internet inmersiva” estamos pasando de ver a vivir. Podemos dejar de ser “espectadores” para ser “protagonistas” de nuestras experiencias digitales. Esta nueva dimensión no va a ser para todos, ni para todos los momentos - pero tiene el potencial de mejorar dramáticamente algunas de nuestras interacciones más importantes.
De “ver” a “vivir”
De “ver” a “vivir”
De “ver” a “vivir”
Con la “internet inmersiva” estamos pasando de ver a vivir. Podemos dejar de ser “espectadores” para ser “protagonistas” de nuestras experiencias digitales. Esta nueva dimensión no va a ser para todos, ni para todos los momentos - pero tiene el potencial de mejorar dramáticamente algunas de nuestras interacciones más importantes.